14 jul. 2021
EL FUTBOL: La pelota como bandera
Aquest estiu, tan ple de futbol i de Covid, ha fet anar de corcoll a milers d’amants del futbol, He de reconèixer que anys enrere jo era un d’ells, però ara he fet apostasia d’aquesta religió futbolística. No he vist cap partit, ni dels equips europeus ni dels sud-americans. He anat perdent la fe sense remordiment de cap mena, tot i que comprenc molt bé els que encara creuen en aquesta mena d’espectacle-negoci-mentida en què s’ha convertit.
He recopilat un bonic text de l’ EDUARDO GALEANO que va publicar ja fa anys en un llibre titulat “El fútbol a sol y sombra”. Us l’ofereixo per si no el coneixeu i el voleu llegir.
LA PELOTA COMO BANDERA
En el verano de 1916, en plena guerra mundial, un capitán inglés se lanzó al asalto pateando una pelota. El capitán Nevill saltó del parapeto que lo protegía, y corriendo tras la pelota encabezó el asalto contra las trincheras alemanas. Su regimiento, que vacilaba, lo siguió. El capitán murió de un cañonazo, pero Inglaterra conquistó aquella tierra de nadie y pudo celebrar la batalla como la primera victoria del fútbol inglés en el frente de guerra.
Muchos años después, ya en los fines del siglo, el dueño del club Milan ganó las elecciones italianas con una consigna, Forza Italia!, que provenía de las tribunas de los estadios. Silvio Berlusconi prometió que salvaría a Italia como había salvado al Milan, el superequipo campeón de todo, y los electores olvidaron que algunas de sus empresas estaban a la orilla de la ruina.
El fútbol y la patria están siempre atados; y con frecuencia los políticos y los dictadores especulan con esos vínculos de identidad. La escuadra italiana ganó los mundiales del ’34 y del ’38 en nombre de la patria y de Mussolini, y sus jugadores empezaban y terminaban cada partido vivando a Italia y saludando al público con la palma de la mano extendida.
También para los nazis, el fútbol era una cuestión de Estado. Un monumento recuerda, en Ucrania, a los jugadores del Dínamo de Kiev de 1942. En plena ocupación alemana, ellos cometieron la locura de derrotar a una selección de Hitler en el estadio local. Le habían advertido:
–Si ganan mueren.
Entraron resignados a perder, temblando de miedo y de hambre, pero no pudieron aguantarse las ganas de ser dignos. Los once fueron fusilados con las camisetas puestas, en lo alto de un barranco, cuando terminó el partido.
Fútbol y patria, fútbol y pueblo: en 1934, mientras Bolivia y Paraguay se aniquilaban mutuamente en la guerra del Chaco, disputando un desierto pedazo de mapa, la Cruz Roja paraguaya formó un equipo de fútbol, que jugó en varias ciudades de Argentina y Uruguay y juntó bastante dinero para atender a los heridos de ambos bandos en el campo de batalla.
Tres años después, durante la guerra de España, dos equipos peregrinos fueron símbolos de la resistencia democrática. Mientras el general Franco, del brazo de Hitler y Mussolini, bombardeaba a la república española, una selección vasca recorría Europa y el club Barcelona disputaba partidos en Estados Unidos y en México. El gobierno vasco envió al equipo Euzkadi a Francia y a otros países con la misión de hacer propaganda y recaudar fondos para la defensa. Simultáneamente, el club Barcelona se embarcó hacia América. Corría el año 1937, y ya el presidente del club Barcelona había caído bajo las balas franquistas. Ambos equipos encarnaron, en los campos de fútbol y también fuera de ellos, a la democracia acosada.
Sólo cuatro jugadores catalanes regresaron a España durante la guerra. De los vascos, apenas uno. Cuando la República fue vencida, la FIFA declaró en rebeldía a los jugadores exiliados, y los amenazó con la inhabilitación definitiva, pero unos cuantos consiguieron incorporarse al fútbol latinoamericano. Con varios vascos se formó, en México, el club España, que resultó imbatible en sus primeros tiempos. El delantero del equipo Euzkadi, Isidro Lángara, debutó en el fútbol argentino en 1939. En el primer partido metió cuatro goles. Fue en el club San Lorenzo, donde también brilló Angel Zubieta, que había jugado en la línea media de Euzkadi. Después, en México, Lángara encabezó la tabla de goleadores de 1945 en el campeonato local.
El club modelo de la España de Franco, el Real Madrid, reinó en el mundo entre 1956 y 1960. Este equipo deslumbrante ganó al hilo cuatro copas de la Liga española, cinco copas de Europa y una intercontinental. El Real Madrid andaba por todas partes y siempre dejaba a la gente con la boca abierta. La dictadura de Franco había encontrado una insuperable embajada ambulante. Los goles que la radio transmitía eran clarinadas de triunfo más eficaces que el himno Cara al sol. En 1959, uno de los jefes del régimen, José Solís, pronunció un discurso de gratitud ante los jugadores, «porque gente que antes nos odiaba, ahora nos comprende gracias a vosotros». Como el Cid Campeador, el Real Madrid reunía la virtudes de la Raza, aunque su famosa línea de ataque se parecía más bien a la Legión Extranjera. En ella brillaba un francés, Kopa, dos argentinos, Di Stéfano y Rial, el uruguayo Santamaría y el húngaro Puskas.
A Ferenk Puskas lo llamaban Cañoncito Pum, por las virtudes demoledoras de su pierna izquierda, que también sabía ser un guante. Otros húngaros, Ladislao Kubala, Zoltan Czibor y Sandor Kocsis, se lucían en el club Barcelona en esos años. En 1954 se colocó la primera piedra del Camp Nou, el gran estadio que nació de Kubala: el gentío que iba a verlo jugar, pases al milímetro, remates mortíferos, no cabía en el estadio anterior. Czibor, mientras tanto, sacaba chispas de los zapatos. El otro húngaro del Barcelona, Kocsis, era un gran cabeceador. Cabeza de oro, lo llamaban, y un mar de pañuelos celebraba sus goles. Dicen que Kocsis fue la mejor cabeza de Europa, después de Churchill.
En 1950, Kubala había integrado un equipo húngaro en el exilio, lo que le valió una suspensión de dos años, decretada por la FIFA. Después, la FIFA sancionó con más de un año de suspensión a Puskas, Czibor, Kocsis y otros húngaros que habían jugado en otro equipo en el exilio desde fines de 1956, cuando la invasión soviética aplastó la resurrección popular.
En 1958, en plena guerra de la independencia, Argelia formó una selección de fútbol que por primera vez vistió los colores patrios. Integraban su plantel Makhloufi, Ben Tifour y otros argelinos que jugaban profesionalmente en el fútbol francés.
Bloqueada por la potencia colonial, Argelia sólo consiguió jugar con Marruecos, país que por semejante pecado fue desafiliado de la FIFA durante algunos años, y además disputó unos pocos partidos sin trascendencia, organizados por los sindicatos deportivos de ciertos países árabes y del este de Europa. La FIFA cerró todas las puertas a la selección argelina y el fútbol francés castigó a esos jugadores decretando su muerte civil. Presos por contrato, ellos nunca más podrían volver a la actividad profesional.
Pero después Argelia conquistó la independencia, el fútbol francés no tuvo más remedio que volver a llamar a los jugadores que sus tribunas añoraban.



M’agrada el futbol. M’agradava molt jugar-hi quan era jove, però ara ja només em permeto mirar el Barça quan el donen per TV, escoltar-lo per la ràdio, aguantar alguna estona de tertúlia i poca cosa més. No vaig mai al camp, no soc soci de cap club, ni crec que tingués gaires ganes de passar fred o calor per veure un partit en un camp. Segueixo amb cert interès aquesta bombolla gegant i aquesta espècie de gran univers paral·lel en què s’ha convertit el futbol; un univers que ja fa temps ha deixat de ser únicament esport i que cada dia s’ha tornat més complicat i difícil d’entendre perquè s’hi barregen molts factors i interessos molt diversos. Tot i això, m’agrada seguir-lo, com m’agrada seguir altres àmbits de la realitat que poden ajudar a entendre una mica millor el món en què vivim i encara que només sigui per treure’n algunes lliçons. Cadascú té les seves dèries i, per altra banda, entenc perfectament que, per al que no li agradi gaire o gens, tot aquest món se li pugui fer pesat i en fugi com de la pesta. Però no podem negar que és una realitat de la que és difícil fugir-ne del tot i ignorar-la. Se’ns cola per tot arreu.
El jugador del Barça Xavi Hernández és una persona clarivident dins i fora del camp. Dins del camp, tots hem pogut veure durant una bona colla d’anys com la seva manera d’entendre i practicar el futbol és la més senzilla i pràctica que existeix, que no vol dir que sigui fàcil. I ho és perquè té dins del seu cap tot el que passa al camp i sap trobar en cada moment la sortida adequada als problemes que els crea l’equip contrari. Això que aparentment és tan fàcil, no ho és gens ni mica i només en gaudeixen certs privilegiats. Aquesta mateixa manera que té el Xavi de jugar a futbol i de trobar solucions als problemes és la manera que em sembla millor per anar per la vida. Si hi ha una solució senzilla, millor que no pas fer servir la complicada. Diuen que les persones intel·ligents són aquelles que fan semblar senzilla una cosa complicada i saben trobar la sortida adequada als problemes. Tenir sentit pràctic per a fer les coses és també una altra cosa que admiro dels que tenen aquest do o aquesta qualitat.

No sé si demà s’acomplirà una vegada més aquella frase tan aguda –i normalment encertada- que Gary Lineker va dir al Mundial d’ Itàlia del 1990, quan Anglaterra va ser eliminada –en la tanda de penals- per Alemanya en una semifinal d’aquest Mundial. En una frase brillant el jugador anglès va dir:“El futbol és un joc simple: 22 homes corren darrere d’una pilota durant 90 minut i, al final, els alemanys sempre guanyen”.

Un altre sudaca!, vaig sentir que deia una persona, referint-se al nou entrenador del Barça i parlant d’ell amb força menyspreu. Segurament que no en sabia res d’aquest bon home i també molt segur que fa només una setmana que en va començar a sentir parlar. Per no saber, no devia saber ni si és bon entrenador o no, quin és el seu currículum i tampoc si ho farà bé o no a can Barça. De fet, ningú ho pot saber això i potser cal que esperem una mica per jutjar-lo.
Com a molts, suposo, m’ha sorprès l’emprenyada del Pep i la vomitada que ha deixat anar en una roda de premsa i quan no venia a tomb. Dic que ens ha sorprès a molts perquè encara no he llegit ni he escoltat ningú que ens expliqués exactament la causa i el per què de tanta ràbia que semblava continguda de feia temps i deixada anar ara de cop. 
Encara que ens pugui semblar poc, el títol de Lliga que ahir va aconseguir matemàticament el Barça, té més valor del que sembla perquè -com és sabut- aquesta temporada ha estat plena de dificultats de tota mena, algunes d’elles extra esportives. Per tant, avui toca felicitar el Barça per aquest títol de lliga aconseguit de forma ben brillant i en circumstàncies ben especials.
He de confessar que m’agrada el futbol. Però també he de confessar que no m’agrada qualsevol futbol i encara m’agraden menys algunes de les coses que l’envolten. A l’entorn al futbol hi viuen i hi malviuen massa coses lletges, massa negocis tèrbols, massa diner negre i massa brutícia. El futbol mou massa diner i els futbolistes d’elit cobren també massa, sobretot en en temps de crisi i quan tanta gent ho està passant malament. De tant en tant es descobreixen algunes coses d’aquesta immensa cloaca, com és el cas recent d’Itàlia ara i com van descobrir-se fa uns anys enrere. En aquests fets hi estaven emmerdats dirigents, jugadors, clubs, àrbitres, la màfia i una mica “tutti quanti”. 
Avui, mentre escoltava el Pep en la roda de premsa, m’ha vingut a la memòria aquesta dita de pagès que diu que “bon guaret fa bon esplet”. Deixar la terra en guaret era el sistema ordinari que feien servir els pagesos per tal que la terra descansés. Es deixava sense sembrar un any o dos per tal que la terra es regenerés.
Els barcelonistes encara estem una mica tocats pel que va passar dissabte. Estàvem tan acostumats a guanyar aquests darrers anys que la derrota de dissabte se’ns ha fet més difícil de digerir. Però també el futbol ens ensenya coses i, a vegades, es converteix en metàfora de la vida perquè no sempre guanyen els millors i no sempre guanya el que juga més bé. Les victòries són molt boniques perquè acostumen a ser molt difícils i heroiques, però també les derrotes poden tenir la seva èpica i la seva bellesa.
Després del que anem veient, jornada rere jornada, ara ja es pot dir ben alt i clar que el famós refrany castellà “A caballo regalado, no le mires el dentado” se’l pot fer ben seu el “Real de la capital”. Que quedi clar que el Real de la Capital juga prou bé al futbol com per que no necessiti tantes ajudes arbitrals i tants regals. Ell solet la podria disputar amb qui fos i quedaria tot més net i polit. Però es veu tan clar que aquest any, unànimement, tots han decidit donar-li una ajudeta que ja ni ho intenten dissimular. Per això del “Real de la capital” deu pensar que “a liga regalada, no le mires la cara” de la mateixa manera que a “caballo regalado, no le mires el dentado”. Per avaluar la qualitat d’un cavall, la seva edat, la seva salut i moltes altres coses, els experts li miren sempre les dents perquè diuen que és la millor forma de conèixer-ne el seu estat. Per avaluar aquesta lliga només ens caldrà analitzar un munt de detalls que ens donaran les pistes adequades. 
No sóc jurista i més aviat soc una mica al·lèrgic als termes jurídics. He llegit sentències que semblen escrites en una llengua d’un altre planeta. Deu ser perquè el comú dels mortals no les puguem entendre… 
Aquests dies ha estat notícia el davanter uruguaià Luís Suárez. L’han suspès per 8 partits i amb una multa de 60 mil dòlars per haver dit “negre” al defensa francès Patrice Evra, que és de color negre. Ell s’ha disculpat públicament i ha assegurat no haver "utilitzat mai la paraula en to de menyspreu" i que volia disculpar-se "si amb això havia ofès a algú". L’entrenador del Liverpool, Kenny Dalglish, va defensar Suárez explicant que a l’Uruguai és habitual dir la paraula “negre” sense que tingui un to despectiu. Segons el parer d’experts lingüístics -va assegurar el tècnic- la paraula és "totalment acceptable" a la regió d’Uruguai de la qual procedeix Suárez. "La seva dona l’anomena així i no crec que se senti ofès per ella", va afegir l’entrenador escocès.
L’autoestima és la capacitat humana de valorar-se un mateix, quelcom essencial per a la supervivència psicològica. És tenir aquell mínim d’amor propi que porta a no deixar-se ultrapassar pels altres, a no fer un mal paper, etc. Això és el que diu, més o menys, el diccionari sobre l’autoestima. 
“Panem et circenses” (Pa i Circ) és una frase llatina pejorativa que descriu la pràctica d’un govern que per mantenir tranquil·la la població o per ocultar fets controvertits proveeix a les masses d’aliment i entreteniment de baixa qualitat i amb criteris assistencials.
Llegia avui un article de 

És cert que som un país petit. Tenim un territori minúscul si el comparem amb altres països. No tenim gaires riqueses naturals i no “som rics de naixement” ni ens hem fet rics per conquesta i per rapinya, com altres pobles. 
Acabo d’escoltar una estona de la roda de premsa de Mourinho i de Guardiola, prèvia a un dels dos partits importants que ens esperen. Aquests partits els podem guanyar o perdre al terreny de joc, naturalment. Però, com ha dit Guardiola, ja els tenim guanyats pel que fa a educació i formes.
L’ALTRE
El diari AS(e) –la E és la d’ Espanya, no us penséssiu pas cap altra cosa- va publicar una infografia en la que volien demostrar que Dani Alves estava en fora de joc en el primer gol del Barça en el partit contra el Bilbao. I no van trobar cap altra solució més senzilla que esborrar un jugador del Bilbao. Equivocació, mala llet? Que cadascú pensi el que vulgui. Però estem tan acostumats a les tergiversacions d’aquest diari, que cal pensar sempre el pitjor.
Johan Cruyff va ser molt bon futbolista. Dels millors. Però ha estat  -i és- una persona una mica original, amb la quan no s’hi entén tothom. Sobretot, si no es fa el que ell diu i com ell ho diu.
 Exactament 852.787 euros és el que ha cobrat l’exdirector general corporatiu del FC Barcelona, Joan Oliver, com a indemnització per haver deixat el càrrec un any abans del que  estava previst.
 Ahir parlava del debat que han començat a protagonitzar els candidats a president del Barça i de les meves impressions en escoltar el primer. Però això ho considero irrellevant i no té cap més valor que la meva percepció personal.
Aquest matí he seguit una mica (no tot) el debat que a Catalunya Ràdio (Cal Fuentes) han protagonitzat els quatre candidats a la presidència del Barça. Jo no sóc psicòleg, ni entès en comunicació, ni publicista, ni estudiós dels mitjans de comunicació, ni del llenguatge i del fet de comunicar-se. Per tant, del que diré a continuació no en feu gens de cas. Segurament que diré molts disbarats i, si voleu, corregiu-me. Simplement és la meva percepció.
