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01 abr. 2016


El viatge de la teva vida

Classificat com a Emigració,Exili

Segurament que tots, des de petits, hem volgut fer aquell fabulós viatge que vam imaginar a partir d’alguna lectura, d’algun reportatge vist a la tele, d’alguna conversa entusiasta amb algun amic… Segurament que tots, en algun moment, hem tingut aquest somni. El meu va sorgir de la lectura, quan era encara ben jovenet, d’aquell relat que Edmundo de Amicisva incloure al seu llibre CORAZÓN i que es titulava De los Apeninos a los Andes (com podeu suposar vaig llegir-lo en castellà).
Segurament que tots hem donat voltes i més voltes al nostre particular viatge, se’ns ha passejat pel cap moltes vegades, hi hem somniat i hem dit que algun dia faríem aquell viatge meravellós que, sens dubte, es convertirà en el viatge de la nostra vida.
En aquest enllaç  ELVIAJEDESUVIDA   us deixo un vídeo que podria ser el viatge de la nostra vida. I si no ho és de la nostra, ho és la de moltes persones. Us suggereixo que mireu primer el vídeo i després seguiu llegint.
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I ara, després d’haver vist el vídeo, podem llegir el següent testimoni:
“Si te digo la verdad, es que no sé cómo estoy. Físicamente fatal; ahora mojado y con frío, y el teléfono hasta me tiembla en la mano. ¿Quieres saber la verdad? Lo que me tiembla es el alma, y estoy llorando y estoy cansado. Y me siento hasta mal por decirte que estoy agotado, cuando todos aquí están mucho peor que yo, y son niños y niñas pequeños que tienen más frío que yo y que casi han dormido en la lluvia, que vienen de hacer kilómetros a saco, de ver morir incluso a familia. Horrible.
Ayer fue terrible y hoy también… No es sitio para niños ni familias. No es sitio para nadie. Y no tengo derecho a quejarme porque tengo un país al que volver, un piso con gas natural y mil privilegios que echo mucho de menos. Veo a estos críos y… no tienen nada y tendrán todavía menos. Hoy fue durísimo, un caos por momentos… gritos, lloros. ¿Sabes que en cuestión de creencias soy un completo ateo, verdad? Pues hoy no… aquí no… porque esta gente necesita que seas tú el que creas en algo o creas en ellos. Hoy me pidieron que me quedase un poco más con ellos, que rezase con ellos y ¡joder! un Padrenuestro aquí hasta suena bien. No pude decirles que no, y no me importó y no me importa seguir mojado y cansado. Si con esto arrancan una mínima sonrisa, bienvenidos sean todos los Padrenuestros del mundo y en todas las lenguas. Cuanto más de todos, más del mundo, y el mundo es de todos.
Me va a costar volver con todo esto encima. Más le cuesta todo a ellos que no tienen ni futuro y menos ahora. Diles a tus alumnos que lo que vive esta gente es un puto infierno, y que somos nosotros los que consentimos esta mierda, estas vallas. En España también las tenemos y son más altas. A veces pienso por qué no nos odian. Yo no les ayudo gran cosa, estoy trabajando. Ayer fue horroroso todo, y entre todos colaboramos. Echas una mano en lo que se puede que no es mucho. Hoy fue todo distinto, cuando te piden que te quedes, y te ofrecen compartir lo único que a ellos les queda y que es tan suyo e importante… Y consideran que eres importante para ellos… emociona y quieres que sea verdad aunque esa verdad sea sólo de ellos y para ellos. Quieres que por lo menos tengan algo, aunque tú ahí no tengas nada. Las fotografías de la prensa son reales pero ahí no salen los gritos y los lloros de fondo. Y los vídeos obvian el olfato, el tacto y el gusto.
Un abrazo fuerte, muy fuerte amigo”
Extret del Facebook de SANTIAGO AGRELO MARTÍNEZ

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04 set. 2015


Somni etern d’un nen a la platja

 foto de Mario Benedetti.

 

“Plegaria para un niño dormido” és una cançó composta pel músic argentí Luis Alberto Spinetta. La va fer famosa als anys 70 el grup de rock Almendra.

La podem dedicar a aquest nen bressolat fins a la mort per unes ones que el deixen adormit per sempre més –com tants altres- en unes humides i injustes platges d’aquesta injusta Europa sense gaires sentiments i abocada només a l’ euro….

Plegaria para un niño dormido

Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin altamar.
Plegaria para el sueño del niño
donde el mundo es un chocolatín.

A dónde van
mil niños dormidos que no están
entre bicicletas de cristal.
Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará.

Que nadie, nadie, despierte al niño
déjenlo que siga soñando felicidad
destruyendo trapos de lustrar
alejándose de la maldad.

Se ríe el niño dormido
quizás se sienta gorrión esta vez
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará.

Plegaria para un niño dormido
quizás tenga flores en su ombligo
y además en sus dedos que se vuelven pan
barcos de papel sin altamar.

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15 gen. 2014


Juan Gelman: poeta i lluitador

Una de les males notícies que llegeixo avui: El poeta i periodista argentí Juan Gelman ha mort als 83 anys a Mèxic. Ens diuen els diaris que “la seva obra es caracteritza per l’elevat grau de compromís social i contra les injustícies, potser per les experiències que li ha tocat viure”.

Quines amargues experiències li va tocar viure? Al llarg d’una llarga vida com la seva, segurament que n’hi va haver de tots colors. Però, sense cap mena de dubte, una de les més amargues va ser la desaparició del seu fill Marcelo, de la seva nora Maria Claudia –embarassada de 7 mesos- i de la néta Macarena, a qui Juan Gelman va buscar durant 23 anys, fins que, al final, la va trobar a l’Uruguai, on vivia amb la família d’un policia a qui la van donar il·legalment quan va néixer.  La seva identitat original va poder ser, per fi, establerta l’any 2000, després d’anys i anys de buscar-la el seu avi Juan.  El pare de Macarena, Marcelo Gelman, va ser assassinat a Buenos Aires l’octubre de 1976 i les seves restes trobades i identificats el 1989. Però encara es desconeix el lloc on van ser sepultats a l’Uruguai les restes de la seva esposa, María Claudia García, nora del poeta.

L’any 1995, en plena recerca d’aquesta criatura (que no sabia si era nen o nena) va escriure aquesta emotiva carta que transcric a continuació.

Carta abierta a mi nieto

“Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Poco antes o poco después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca disparado a menos de medio metro de distancia. El estaba inerme y lo asesinó un comando militar, tal vez el mismo que lo secuestró con tu madre el 24 de agosto en Buenos Aires y los llevó al campo de concentración Automotores Orletti que funcionaba en pleno Floresta y los militares habían bautizado “el Jardín”. Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre, Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos con ella- cuando estuvo a punto de parir. Debe haber dado a luz solita, bajo la mirada de algún médico cómplice de la dictadura militar. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja estéril de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar. Había entonces una lista de espera siniestra para cada campo de concentración: Los anotados esperaban quedarse con el hijo robado a las prisioneras que parían y, con alguna excepción, eran asesinadas inmediatamente después. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio, en un tambor de grasa de 200 litros que los militares rellenaron con cemento y arena y arrojaron al Río San Fernando, se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Está enterrado en La Tablada. Al menos hay con él esa certeza.

Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me lo aseguró el padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en febrero de 1978. Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras “papá” a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aún así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son los biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de como se apoderaron de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho.

También pensé todos estos años en que hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de dónde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento. Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica -por ser suficientemente chico o chica- para entender lo que había pasado. Para entender lo que había pasado. Para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. Me preocupaba que padecieras así una doble herida, una suerte de hachazo en el tejido de tu subjetividad en formación. Pero ahora sos grande. Podés enterarte de quién sos y decidir después qué hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen.

Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.

Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe como serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.”

12 de abril de 1995

Carta publicada al setmanari Brecha, Montevideo, el 23 de desembre de 1998

Read more: http://jaumepubill.blogspot.com/#ixzz2qVFYJclq

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07 abr. 2013


No sóc d’aquí ni sóc d’allí

Classificat com a Exili

Facundo Cabral deia en una cançó seva “No soy de aquí ni soy de allá”. Això deu ser el que sent en el fons del seu ésser aquell que s’ha allunyat del seu país de forma voluntària o forçosa. La paraula “exiliar-se” prové del llatí “exsilīre” (saltar a fora) i expressa la separació, el salt, que ha de fer una persona de la terra que l’ha vist nàixer. Una situació que acostuma a ser en la majoria de cassos força dura en alguns aspectes.

Quan veig les nostres places plenes de gent desvagada, sense feina –la majoria d’ells estrangers- penso què deuen sentir i quin és el seu futur. La majoria d’ells van marxar de la seva terra forçats per raons econòmiques o polítiques i no pas per gust. Són dues formes d’exili força diferents: una és triada i l’altra és obligada, però són les modernes formes d’exili.

A l’ antiga Grècia, un dels càstigs pitjors per a les persones políticament sospitoses no era la presó, ni la confiscació dels seus béns sinó que se les desterrava. I els romans penaven amb l’exili els delictes de traïció, enverinament i incendi provocat. I la Bíblia ens retrata Adam i Eva expulsats del paradís terrenal després de cometre el seu pitjor pecat: l’exili com a càstig diví.

Tots els relats d’exili que jo he escoltat o llegit tenen un rerefons i un denominador comú: la nostàlgia que provoca el desarrelament. Una vegada deia Zitarrosa –el famós cantant uruguaià que va haver d’exiliar-se- que “l’exili provoca nostàlgia i que això és molt perillós`perquè hom s’hi acostuma fins al punt que arriba a dependre d’ella per a sobreviure”.

El pitjor de l’exiliat és la de no sentir-se “d’aquí” quan és aquí i quan torna al seu país tampoc sentir-se “d’allà”. Perquè com diu Carlos Liscano:

“Cuando regreses, si regresas, no serás el mismo. Los tuyos te esperarán y pasarás entre ellos y no te verán. Tal vez te pregunten si no lo has visto a él. Tendrás que explicarles que sí, pero hace muchos años, y que ahora él ha cambiado tanto que ya no es el mismo.
Entonces dirán que mientes.
Lo mejor será hacer como si nada. Simular, entregarles los abrazos que has acumulado para ellos, y contarles cuánto extrañaste navegando años en el Mar Ajeno. Ellos se lo creerán, y no notarán que desde hace mucho tiempo eres otro, que sólo vuelve por el hábito de llegar a algún sitio.”
Tomado de “Miscellanea observata”.

O bé com diu, Mario Benedetti en el seu poema “Pero vengo”

 

PERO VENGO

Más de una vez me siento expulsado

y con ganas de volver al exilio que me expulsa

y entonces me parece que ya no pertenezco a ningún sitio,

a nadie.

 

¿Será en indicio de que nunca más

podré no ser un exiliado?

 

¿Qué aquí o allá

o en cualquier parte

siempre habrá alguien que vigile y piense,

éste a qué viene?

 

Y vengo sin embargo

tal vez a compartir cansancio y vértigo

desamparo y querencia

también a recibir mi cuota de rencores

mi reflexiva comisión de amor

en verdad a qué vengo no lo sé

con certeza

pero vengo.

 

Tota aquesta pobra gent sense pàtria, sense feina, amb un present que els obliga a arrossega-se per les places i amb un futur molt incert perquè no tenen diners, ni ganes ni prou coratge per tornar al seu país potser s’hauran de convèncer i dir-se a si mateixos: “Odiseu, escolta, el retorn mai és possible perquè aquell que se’n va anar ja no existeix i el lloc d’origen ha deixat de ser el mateix”. I potser s’hauran d’acabar de convèncer que no són d’aquí ni són d’allà i que aquest és el primer pas per a començar a ser algú nou i poder somniar a començar algun projecte de vida nou, si és que encara la vida els dóna oportunitat per començar algun projecte.

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24 maig 2009


L’exili i el “desexili”.

La mort de Benedetti m’ha fet pensar aquests dies amb un fet que estan vivint milions de persones amb més o menys sort. És el fet de l’exili, no pas voluntari sinó forçós. L’exili voluntari no és mai tan dur com l’exili forçós. I dins d’aquest darrer hi ha l’exili de la persona que troba acolliment i el de la persona que no en troba i se sent desarrelada, buida i psicològicament sola.

Hi ha l’exili i, a vegades hi ha el ‘desexili’, que no deixa de ser també prou dur. Benedetti el reflexiona magistralment en una petita i deliciosa novel·la força autobiogràfica anomenada “Andamios”. Amb aquest símil tan diàfan i clar d’una bastida, que es posa i després es treu, parla de la vida que es construeix en un lloc i potser al cap d’un temps hom ha d’anar plegant les seves coses per anar a un altre lloc a bastir , de nou, una nova vida. I resulta que aquell lloc que, inicialment era teu (el teu lloc en el món, on havies nascut i viscut) ara ja no ho és perquè les coses, les persones i els llaços afectius ja són uns altres. I novament et tornes a trobar desarrelat i sol.

Aquesta realitat es podria il·lustrar amb dos textos del Mateix Benedetti:

L’exili

«Me echaban y me amenazaban de muerte. De Uruguay tuve que irme porque estaban a punto de meterme preso y torturarme. De Buenos Aires, porque una asociación profascista me puso en una lista de condenados a muerte y me dieron 48 horas para que me fuera. Me marché a Perú y me metieron preso sin que yo hubiera hecho absolutamente nada político. Me deportaron a Argentina, donde estaba amenazado de muerte. Me ofrecieron asilo en Cuba, donde dirigí un departamento de literatura en La Casa de las Américas —por primera vez me gané la vida literariamente—. Y de La Habana, a Madrid». ( de ‘Poemas revelados’)

EL ‘desexili’

«El exilio es el aprendizaje de la vergüenza. El desexilio, una provincia de la melancolía».

Benedetti va aconseguir tornar a l’ Uruguay el 1985. «El país había cambiado después de diez años de dictadura, pero yo también, después de 12 años domiciliado en cuatro países tan distintos. De los gobiernos no se aprende nada, pero de la gente de la calle yo aprendí mucho y entonces volví diferente, más maduro, otra persona, aunque siempre con el arraigo de mi ciudad». (de ‘Poemas revelados’)

 

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