11 febr. 2012
Condenado por unanimidad, luego inocente (ley hebrea)
No quiero entrar en la razón legal (legalista) más concreta de la condena de B. Garzón. Pero sé que el Tribunal Supremo del Estado Español le ha condenado por unanimidad, y recuerdo que, según norma judía, los condenados por unanimidad son inocentes, deben ser liberados.
No todos aceptarán hoy la norma hebrea, fundada en el Antiguo Testamento cristiano (y reflejada en el fondo en Jn 8, 1-11), un texto clave de la historia cristiana, pero me ha parecido oportuno recordarla, por si alguien quiere opinar sobre el tema,retomando, si hace falta, los principios de R. Girard, quizá el más famoso de los antropólogos modernos, quien ha mostrado que tras la unanimidad judicial suele haber un tipo de violencia, envidia o linchamiento (Entre sus obras:La violencia y lo sagrado, El Chivo Expiatorio…, en Anagrama, Barcelona) .
Ésta es una de las reglas jurídicas más “extrañas” (y más luminosas) de la antigua ley judía, como nos enseñaban en el Instituto de Pensamiento Hebreo: Cuando un tribunal condenaba al presunto culpable por unanimidad había que liberarlo inmediatamente, pues debía suponerse que era inocente. Así nos decía el profesor de rabinismo:
a. La Ley Judía supone que en todos los casos existen atenuantes y matices… Si ningún miembro del Tribunal los tiene en cuenta, si todos son unánimes condenando al reo, eso implica que el Tribunal está manipulado, y sus miembros no han sido libres. Luego la sentencia es nula.
b. La unanimidad (a no ser en un tipo de “cielo”) es siempre resultado de una “masa” que se impone con violencia (por presión, no por razón), negando la libertad de cada uno de los jueces. Por eso, cuando la sentencia es unánime y nadie ha podido “falsarla” (mostrar sus posibles fallos), se puede suponer por principio que ella es falsa.
c. Esa norma judía (de la invalidez de una sentencia dictada por unanimidad) se fundaba también en el hecho de que en los viejos tribunales hebreos no había abogados defensores, de manera que se suponía que alguno de los miembros del Tribunal debería ponerse (al menos por misericordia) de parte del reo. Si nadie lo hacía, debía suponerse que el Tribunal no era humano ni imparcial, sino que estaba manipulado por razones extra-jurídicas.
He dicho que no conozco bien el Caso Garzón, ni las razones de los jueces del Tribunal Supremo. Pero al ver que le han condenado por unanimidad me ha entrado la duda… y he pensado en las viejas lecciones de Derecho Hebreo. Pienso que en este caso una condena por unanimidad es, por lo menos, sospechosa (no sólo para el condenado, sino, y quizá aún más, para el Tribunal que le condena).
Quien quiera saber más sobre el tema podrá consultar quizá el bello libro del gran sefarditaElías Canetti, Masa y Poder, Alianza, Madrid 1999. Cf. también S. Mendelsohn, The Criminal Jurisprudence of the Ancient Hebrew; Ph. P. Benni, The criminal code of the Jews, according to the Talmund Massecheth Synhedrin. Lond., 1880
«En el sistema jurídico anglo-sajón el veredicto unánime confirma la condena, pero en el sanedrín hebreo la unanimidad era una fatalidad que daba por resultado la absolución… Si el veredicto de condenación se obtenía por unanimidad, quedaba patente que el prisionero no había tenido quien lo defendiera en el tribunal. La mente judía concebía esa circunstancia casi como algo equivalente a la violencia ejercida por una multitud encolerizada.
Como mínimo, hacía que se levantaran sospechas de conspiración. Denotaba la falta del elemento de la misericordia, de obligada presencia en todo proceso judicial hebreo… ‘Pero cuando están todos a una de acuerdo en condenar’, pregunta un escritor judío contemporáneo, ‘¿acaso no da la impresión de que el condenado es víctima de una conspiración, y que el veredicto no fue el fruto de la razón serena y de la deliberación reflexiva…?’ Si el acusado contaba con un apoyo en el tribunal, el veredicto de condenación prevalecía, puesto que había existido el elemento de la clemencia, quedando así descartadas la presión ejercida por la violencia de masas, o la conspiración”
(Cf. A. Chandler, The Trial of Jesus”, London 1908, I, p. 280 y 281).
PD.
No quiero ni puedo aprobar con esto todas las actuaciones conflictivas del Juez Garzón, en las que ahora no entro. Pero en el caso de su condena me inclino ante la sabiduría del Derecho Hebreo, que nunca buscaba la unanimidad en las sentencias, por resultar sospechosa.
Tret del Bloc de Xabier Pikaza,teòleg.
Comentaris tancats a Condenado por unanimidad, luego inocente (ley hebrea)